La nefasta consecuencia de mi educación diabetológica
Descubre cómo me “engañaron” en mi educación sobre diabetes y cuál fue mi reacción
Primero de todo no escribo esta reflexión para denunciar a nadie de los que me enseñaron a cómo lidiar con la diabetes en mi debut, desde aquí quiero agradecer todo el apoyo, cariño y ayuda tan valiosa que he recibido. Pero sí que quiero exponer lo que me ocurrió para alertar de que esta conducta puede ser una mala praxis médica.
Cuando debuté con diabetes solo tenía 11 años y en ese momento no era consciente de lo que se me venía encima. Yo era muy responsable y atendía a todo lo que me decían los educadores. Hasta aquí todo correcto, muchas de las cosas que sé sobre el tratamiento es gracias a ellos. Pero erraron a mi parecer en el apoyo psicológico que recibí.
Yo me considero fuerte emocionalmente y me dijeron que la enfermedad era crónica, es decir, la iba a tener a mi lado toda la vida. Esto es algo muy negativo y que impacta gravemente en la mente de cualquier persona.
Saber que algo malo va a ser eterno trastoca toda tu vida. Y en esa época para aliviar ese ambiente oscuro, frío y desolador; soltaron esta perla: “Esto es para toda la vida, pero tranquilo que la investigación ha avanzado mucho y en 4 años te curarás”.
Una vez acabada la estancia en el hospital, recuerdo que me marché con la sensación de: “bueno en 4 años estaré curado, puedo soportarlo”.
Han pasado 12 años desde entonces y me pregunto si esta estrategia de avivar la esperanza de una cura para que el impacto negativo de la diabetes sobre la persona sea menor: ¿era una mentirijilla o era un hecho fundamentado? No sé si mis educadores lo dijeron sabiendo por sus adentros que mentían o de verdad ellos lo creían.
Mi respuesta a esta pregunta es: no lo sé, pero tengo que añadir que en 2008 (cuando debuté) y también en los años de atrás, la investigación en el campo de la diabetes había experimentado un boom.
Y aunque no os lo creáis, la investigación va por modas. Hay épocas que se investigan más unas enfermedades que otras. Actualmente el boom se centra en el cáncer y de forma creciente en el Alzheimer.
La diabetes tuvo su época dorada entre los años 2000-2008 ¿en qué me baso? En el número de publicaciones científicas que han investigado sobre diabetes, se puede ver un crecimiento exponencial en dichos años.
Por este motivo, se podría creer que iba a producirse una cura, así que me debato aún entre si las palabras de los educadores se encontraban en la mentira o en la realidad.
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En cada consulta que íbamos, posterior al debut, preguntábamos como iba el tema de la cura y nos decían que ahí va, que algunos experimentos habían curado a animales y a algunos humanos pero durante un tiempo efímero (todas estas noticias eran verdad).
Para mí esos 4 primeros años de diabetes fueron complicados como el de todos nosotros, pero me mantenía esperanzado de que todo esto era un bache que había que superar para llegar a alcanzar a ver otro horizonte muy distinto al que vislumbraba en aquella época. Y con esa esperanza viví los 4 años primeros desde mi debut.
Pero el tiempo pasa y lógicamente también lo hizo la fecha límite establecida para mi otra vida. Pero ese día no llegó a producirse y entonces preguntamos el por qué aún seguía padeciendo este mal. Y la respuesta fue: “Con la crisis económica se ha retrasado todo, supongo que en 2 años estará la cura”.
Lo peor de todo es que ¡tenía sentido! Y entonces recuperé la esperanza argumentándome que cuando se pasase la crisis todo se resolvería. Yo tenía 15 años y en la tele veía situaciones de pobreza por la crisis y era lógico que no se investigara la cura de la diabetes porque no había ni dinero para acabar con la pobreza que se reflejaba en las calles.
Aunque una persona se va haciendo mayor y es consciente de lo que está pasando a su alrededor, y observas que desde pequeños los mayores te engañan con todo tipo de artimañas.
Y me percaté de que la cura de la diabetes era mentira, que no se iba a producir nunca. Ese momento fue triste, como si se tratase de la cueva de Platón, yo solo veía sombras en una pared y esa era mi realidad, hasta que salí al exterior y la luz inundó toda mi visión. Así fue dicho descubrimiento, que no fue auspiciado por nadie, yo solo había encontrado la verdad.
En ese tiempo de revelación fueron unos años un poco difíciles para mí, porque era como haber debutado otra vez, era descubrir que mi compañera estaría ahí conmigo todos los días y noches sin descanso. ¿Qué iba a hacer yo ahora?
La esperanza se disipó y el horizonte se alzó demasiado alto para una persona como yo. Pero jamás por eso me rendí, siempre me ha gustado saber la verdad de las cosas sin ocultamientos, así es más fácil buscar soluciones pragmáticas y reponerse de las situaciones difíciles. No reprocho a nadie de avivar mi esperanza en el pasado, tampoco sé que hubiera sido de mí sin esa esperanza.
A día de hoy, tengo una excelente calidad de vida y el tener diabetes o no, a mí no me ha supuesto ningún obstáculo para tener la vida que siempre soñé. Y esta fue la pequeña o gran mentira que me contaron en mi debut.
Me gustaría conocer si en tu educación de diabetes también te hicieron esa promesa y también me gustaría saber si es buena estrategia avivar la esperanza en el debut para que no sea mentalmente tan duro. Por favor escribe tu opinión abajo en los comentarios. Muchas gracias por leerme.
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Adrián Idoate Bayón es bioquímico por la Universidad de Navarra. Ha realizado varios trabajos de investigación en el tema de la diabetes, transportadores de glucosa y obesidad, presentándolos en congresos internacionales y en artículos de revistas científicas. Tiene publicado el libro: "¿Alumno con diabetes? El manual para profesores”. Además, se dedica al mundo de la divulgación de la diabetes, siendo el fundador de la plataforma Diabetes AIB. Este artículo ha sido redactado con fecha de: 23 de mayo de 2020 a las 14:23.