Aquello por lo que tanto soñamos, por lo que luchamos y nos levantamos, sin sentir el astío de la vida, ni el desgaste de nuestra maquinaria, de la maquinaria más perfecta jamás creada, nuestro organismo.
Esa máquina que a pesar de su perfección es imperfecta, ya que falla. A veces, es injusto que falle, y ahí viene el astío, el desgaste y una ilusión rota, sueños que se desvanecen pues la realidad los ha empañado.
Pero aun así, ni tú, ni yo, ni nadie, se rinde, si no que sigue avanzando. Y entonces aparecen otros sueños, otras batallas y nos volvemos a levantar.
Así ocurre con esta enfermedad, nos arrebata nuestros planes de vida, se los lleva y no hay nadie a quien reclamar, ni un juicio que celebrar, ni una palabra que reprochar, porque nadie ni nada tiene culpa de esto que nos ocurre.
Pero no por ello vamos a seguir creando objetivos que cumplir, sueños que realizar y una vida que vivir. Obviamente queremos volver a vivir lo de antes, y la frustración se cuela por la brecha de nuestros pensamientos y nostalgias de un pasado al que llamamos glorioso. Pero hay que poner las cosas en contexto. Hace 100 años la gente con esta enfermedad moría, y eso sí que es triste.
Hoy en día ha avanzado mucho el tratamiento y control de la enfermedad y lo hará más rápido y mejor. Se ha pasado del descubrimiento de la insulina y la insulina de cerdo, a la humana realizada en el laboratorio.
Se ha pasado de un glucómetro grande, inexacto y que se tenía que compartir, a uno pequeño con un error de menos del 5% y que abundan en nuestras casas. Se ha pasado de conocer la glucosa una vez al día, a tener una lectura cada 5 minutos. Se ha pasado de tener que mezclar la insulina en una jeringa y plumas precargadas a sistemas automáticos de infusión. Esto es avance ¿verdad?
Estas tecnologías nuevas que han aparecido en el nuevo siglo estimo que se irán mejorando rápidamente y que llegarán al mercado con un precio más económico en los próximos 10 años.
Esto va a permitir que todo el mundo pueda tener sensores de glucosa continua y sistemas de infusión de insulina, lo que mejorará nuestra calidad de vida, el tratamiento y la reducción de complicaciones asociadas a la diabetes.
Estos plazos de los que hablo me refiero a aquellos países desarrollados, por desgracia en aquellos que se encuentran en vías de desarrollo siempre los tiempos son más dilatados, pero se ha demostrado que al final estos avances llegan, eso sí depende de nosotros, en parte, de que llegue.
Por este motivo, debemos ser solidarios y comprometernos con aquellos países en vías de desarrollo, que debemos garantizar que al menos llegue siempre la insulina, aunque sea con plumas precargadas, y sobre todo dar educación sobre diabetes.
Lógicamente esta mejora y abaratamiento de la tecnología no curará la diabetes. Lo que pienso yo que puede ocurrir es que no pase más de 20 años para que saquen una nueva tecnología, que sea el páncreas artificial inteligente.
Este páncreas será pequeño y constará de tres partes, un sensor, una bomba y un móvil. El sensor será como una pegatina que irá adherida a la piel y dará lectura continua de glucosa, una bomba que contendrá insulina y una molécula que suba los niveles de glucosa. El móvil conectará ambas partes y se podrá realizar cambios y enviar órdenes a los dos aparatos.
El sensor medirá la glucosa y dependiendo de los niveles, la bomba inyectará insulina si son valores altos o si están subiendo y si están bajos o su predicción es a la baja, se inyectará la otra molécula.
Esto se haría automáticamente y las personas no se tendrían que preocupar, salvo alguna excepción como el deporte que podría regularse desde el móvil, siguiendo los consejos del endocrino. Yo creo que esta tecnología podría estar dentro de 20 años y dentro de 30 la podríamos tener ya puesta.
Será lo más parecido, en mi opinión, a una cura de la diabetes. Puede que te disguste esta reflexión, lo sé, tal vez esperarías una inyección o una operación que te quitase la diabetes de una vez por todas.
Es bastante complicado, pero nunca hay que descartar nada, también fue difícil descubrir y sintetizar la insulina y mira si se ha avanzado. Además, cabe a recordar que es una opinión personal y que no es vinculante. Lo que sí que pienso es que dentro de tal vez 30 años no haya nuevos casos de diabetes.
Pienso que mediante análisis de sangre se podrá determinar si tienes marcadores genéticos que podrían indicar que tendrás diabetes y entonces poner una especie de vacuna que elimine dicha posibilidad de padecer diabetes.
También existirán casos en los que no se detecte la predisposición genética y que entonces desarrollen la enfermedad. Yo creo y espero que sea así, que en las analíticas de sangre anuales, se realice un seguimiento del péptido C, molécula que se analiza en sangre para saber si existe producción de insulina.
Si este valor de péptido C, disminuyese, significaría que posiblemente estés empezando a desarrollar diabetes, en este caso se tomarían unos fármacos de por vida, que detendrían el avance de la enfermedad. Estos fármacos actualmente están en fase de investigación.
En resumen, pienso que de aquí a 30-50 años, no habrá nuevos casos de diabetes mellitus tipo 1 y que aquellos que ya tengan la enfermedad poseerán una tecnología que se asemejará bastante a una vida sin diabetes.
En países en vías de desarrollo, puede que dentro de 30 años llegue toda la tecnología actual que poseemos. El tiempo dirá si me equivoqué o no, quien sabe, lo que sí sé con certeza es que la diabetes no me va a robar ni una ilusión, ni un sueño y tampoco me va a robar la vida que yo quiero vivir.
¿Tú cómo piensas que será el futuro de la diabetes? ¿Compartes mi visión o la aborreces con todas tus fuerzas? Por favor, comparte conmigo tu opinión, me gustaría saberla.

Adrián Idoate Bayón es bioquímico por la Universidad de Navarra. Ha realizado varios trabajos de investigación en el tema de la diabetes, transportadores de glucosa y obesidad, presentándolos en congresos internacionales y en artículos de revistas científicas. Tiene publicado el libro: "¿Alumno con diabetes? El manual para profesores”. Además, se dedica al mundo de la divulgación de la diabetes, siendo el fundador de la plataforma Diabetes AIB. Este artículo ha sido redactado con fecha de: 21 de diciembre de 2019 a las 17:01.